Hay muchas cosas que ya sé, y hay cosas que no las tengo que saber aún. Hay cosas que se, pero dudo que sean así. Tengo ganas de que alguien me escuche, me pregunte y se preocupe, me entienda y no me jusgue. Quiero tener a mi Dios frente a mi, en mi cara, y poder escuchar toda su sabiduría. Quisiera ser como él. Tengo ganas de llorar y saberlo todo, y tambíen no quiero saber nada, porque me da miedo. Quisiera tener la facultad y recursos para poder cambiar cosas que se que no van. Quisiera ser blanco y negro.
Tengo sentimientos que me hacen poner mal, y es normal, porque soy un ser humano y siento. A la vez se que no me tengo que poner mal. Porque viene algo mejor. Es como a un nene se le rompió la bici, y llora, y le dicen que le compraron otra, pero sigue llorando. Tal cual. Lloro por mi carnalidad, más sonrío por mi espiritualidad.
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