Josefina

Era una chica que se llamaba Josefina, morochita, alta, con rulos y ojos claros. Era una persona muy buena, siempre quería lo mejor para los demás y creía que el destino le daría lo mejor a ella. Una vez conoció un chico, Mariano. Él era muy divertido, y conocía muy bien a las personas. Con el tiempo empezaron a gustarse, hasta que él decidió confesarle su amor a Josefina. Muy contentos comenzaron a salir. Comían helados, paseaban por las plazas, él le regalaba cosas, ella le regalaba su amor. Los meses pasaron, pero el amor de él no se mantuvo durante los días, y cada vez se veían menos. Jose ya no sabía que pasaba, trataba de aydarlo, de estar, de verlo, más él siempre estaba ocupado. Muy trizte Jose, pedía a Dios para que supiera qué hacer, no quería sufrir más. Y así fue como Mariano le dijo que quería hablar con ella. Sin saber qué pensar, Jose fue al lugar donde había quedado en encontrarse. Él se despidió de ella.
Los segundos, las horas, los días pasaron y ella simpre esperaba algo mejor.
Una noche caminando por la calle, preocupada por sus tareas, con carpetas, ojas, y demás, se choca con alguien, causando un destrozo en todas sus cosas. Desconcertada mira hacia arriba, para saber quién era esta persona desconocida. Al levantar la mirada, se encontró con los ojos que había soñado. Era unos ojos claros, más brillastes que el sol. Sin saber que decir, él le pidió disculpas con una sonrisa que ella jamás había visto. La ayudó a levantar sus cosas, y se presentó. Hola, soy....

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