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"...No me siento muy bien. No me siento nada bien. No quiero sonreír, no me sale sonreír. No quiero comer. No tengo ganas de comer. Mi alrededor se vuelve negro. Quiero estar en la cama, quisiera dormir, pero mi cabeza no para de hablar. ¿Cómo hago para callarla? Miremos la tele... Terminó el programa y no sé qué hacer. Salir no. Todo me pone mal. Vamos a comer chocolate. DIUJ, que asco. Mi estómago no lo recibe. Hablemos con la gente. Todos tocan la llaga del tema. Charlemos con la gente. Y mi cabeza todo lo relaciona. ¿Qué siento? Un agujero negro en el medio del cuerpo que va absorbiendo todas la emociones y hay tantas, que explota. Mi corazón no para de latir. No para, no para. Se agita. Me va a agarrar un paro. Tomemos una pastilla. Vamos a ponernos linda, para levantarme. El espejo me destesta. Volvamos a la cama..."
*
Últimamente he notado que todo está mal. Pero me di cuenta ahora, porque abrí los ojos. Las cosas siempre están mal. Éste es el mundo. ¿Qué se esperaban? Algunos estamos peor que otros, pero en definitiva todos, todos, tenemos algo que esté "mal". La diferencia de cada vida, no es dependiendo de la gravedad de la situación. No es cuán más grande sea tu "mal que mi "mal". (no voy a usar mas comillas jé) La vida de cada uno, es mejor o peor, dependiendo de tu capacidad de enfrentamiento. A mi me cortó mi novio, a vos se te murió un amigo, a otro lo aplazaron, a esa la dejaron embarazada, y éste se peleó con su mejor amigo. No quiero decir que sea todo igual. Para nada. Me refiero a que todos nos pasa algo, que para cada uno tiene un grado de importancia. Pero lo que sobresale de todo esto, aparte de lo que pasa, es qué haces con esto que te pasa... //De enserio? Estas seguro? Pensás quedarte ahí? Quedarte llorando en la cama?//. Supongo que está claro que esto no tiene ninguna productividad. Todas las cosas que te vengan a las manos, todo lo que te pase, todo lo que sepas, lo que te enteres, lo que escuches, mires, hagas, todo usalo para tu bien. La vida te va a tirar millones de piedras en la cara, nadie dice que no. Pero vos, enfrentáte. Levantate y andá a hacer todo lo que tengas que hacer.
Me encerré en mi castillo de espinas y de nada me sirvió. Decidí levantarme de ese abismo que estaba en la cama. Salí a la calle y el sol me abrazó. Decidí cambiar yo. Dejé de mirar la oscuridad, yo QUISE ver la claridad y ella sola apareció. No te enfoques en tu problema, enfocate en la solución. //Encárgate de las cosas de Dios, que él se encargará de las tuyas//
jaja Diganme loca, pero así soy feliz.
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