Era una persona que me llenaba con su mirada. Miraba tan profundamente que creias todo lo que te decía. Yo fui noscente, y pude salir viva.
Soy cosas que me aterran y que solo hoy me doy cuenta. Veo el peligro y no creo aún haber salido viva.
Estuve con el tres meses. Sabiendo lo que era su vida, compartiendo no muchos momentos, pero si lindos. Pero era solo lo de afuera lo que se veía. Cada encuentro era emocionante para mi, solo quería ver ESOS OJOS. esos ojos tramposos, manipuladores e inoptizantes ojos. En cambio él, siempre llevaba un arma consigo, si, una pistola. Siempre miraba a su alrededor con desconfianza, seguía con la mirada a algún "sospechoso delicuente" o simplemente miraba con bronca a los policías/seguridad. Yo le pedía que me mirara a mí. Me aseguraba que su arma solo la usaba en momentos escenciales, donde era de mucha prisa, pero no en otra situación. Mucho no me importaban esos de talles, ya que lo amaba. Él también me amaba, solo que lo demostraba de una manera extraña y particular. Compraba todo lo que yo quisiera, pero nunca lo que él quisiera.
Una tarde, me confesó algo muy fuerte. Cuando me lo dijo me asusté, pensé una tarde en aquello, pero el día siguiente solo seguí mi vida normal. Mataba gente.
Literalmente con todas las letras. Pero como dije, solo me tomo una tarde para tragarlo.
¿Con tanta simplesa puede alguien decir estas 2 palabras juntas? Podía yo estar con un mounstro así, y no darme cuenta.
Era estar con la bestia, pero esta era un tanto diferente... Esta de día era bella y de noche era bestia, pero los instrumentos de mounstro nunca se iban.
Una noche, el mounstro desapareció con la luna, y yo quedé sola.
Si no se hubiera ido, no sabría con quién estaría..
Basada en hechos reales.
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