3 amores.

Desde que Platón los planteó en El Banquete, se habla de tres tipos de amor. El de la pasión (Eros), el de la amistad (Philia) y el del cuidado incondicional (Agapé). Eros es más que la atracción y la tensión sexual. Remite a la energía vital más profunda, que pone en acción y en el mundo nuestras potencialidades existenciales. Es el amor que hace que a los amantes transformadores de su vida y del mundo. Philia es la camaradería, la confraternidad. la mutua admiración, el mutuo enriquecimiento, la mutua aceptación, es el amor que contribuye a la afirmación del propio ser, a la celebración de la existencia del otro y, a través de él, nos hace sentir parte de un todo, de la especie. Agapé es la generosidad en su estado esencial, la disposición a darlo todo por el otro sin exigirle nada y sin depender de él. Es típicamente el amor de Dios por el hombre.

Los tres tipos de amor son interdependientes y complementarios entre sí. Philia necesita de Agapé para recordarnos el desinterés y Agapé de Philia para que no nos creamos dioses a causa de nuestro amor. Eros no puede vivir sin Philia, pues sin el amor de la amistad, la contínua tensión y ebullición de la pasión sería intolerable. La Philia, la amistad en el amor, relaja, lleva a la aceptación del otro como es, le da tiempo a Eros para desarrollarse sin depender únicamente de la ansiedad de la pasión. No necesariamente la amistad conduce al amor de Eros, pero sí el amor entre dos personas necesita de la amistad para hechar raíces profundas. Cuando los que se aman son a su vez los mejores amigos de cada uno, es cuando devienen mejores amantes. Cuando amor y amistad se unen, ambos alcanzan su sentido más simple y directo.