Mi castillo de cristal

La vida es así. Cuando naces todo es hermoso, una vida nueva todo es bello, te cuidan, te protegen, no quieren que te pase nada. Interiormente imagino mi castillo de cristal muy pequeño, y delicado. La base de todo. Luego de los años uno va creciendo y este castillo también crece y va adquiriendo más piezas, y habitaciones. Tenemos la habitación del amor, otra de la confianza, de la fidelidad, de sonrisas, de amarguras, etc. Y con cada persona van decorando una pieza.

La habitación más bonita en mi castillo de cristal, era la que compartía con vos. Este cuarto era el que más cuidaba, el que tenía todo, alegrías, fotos, risas, amor, confianza, y lo hechaste a perder una vez. Un día de locura, no sé qué te paso, y rompiste todo y te fuiste. Muy triste me quedé. Luego volviste y quisiste que volviéramos a armar nuestra habitación. Con muchisimo esfuerzo, uno que no puedo imaginar, traté de arreglar todo y cuando ya estaba todo lindo, ya estaba por quedar como estaba antes, otra vez te agarró la loca y rompiste todo otra vez.

Esta vez lo hiciste con mucha más brutalidad, con total ignorancia hacia mi, me mirabas y rompías todo sin importar como me haría ver eso que rompías.

Hoy te volves a ir, y está vez no quiero dejar que vuelvas. Por que esta parte de mi castillo la estas extinguiendo. Con mentiras. No las soporto más. Olvídalo. Esto se terminó. Ya no soy la nena buena que quiere que todo esté bien. Si las cosas tienen que estar mal, bueno punto. Van a estar así. Rompiste mi cuarto preferido del castillo, lo destruiste, lo extinguiste, lo apuñalaste, lo quemaste, lo destrozaste y tantos sinónimos más.

Sos una pelotuda.