Sentada en un rincón del mundo, puedo darme cuenta de lo vivido, de dónde estoy, de lo que tengo, de lo que quiero.

Tan empecinada en pensar en el dolor, que me cegué a todo lo demás. Nunca pienses que sos uno más del montón. Si no estuviéramos el mundo sería diferente. Qué hubiese pasado si Belgrano o Cristo pensaran que son uno más del montón...No tendríamos bandera, o no habría un "Después de Cristo". No sabemos lo que podemos hacer más adelante. Que tanto marcamos la diferencia en este mundo. No te menosprecies porque todos tenemos un porvenir. Así me sentí. Me cegué y me olvidé de todo lo que tenía. Mis metas, mi familia, mis amigos, mi ministerio, mis sueños, mis logros. Ya está. Voy a tomar mi lugar en el mundo y marcar la diferencia.